jueves, 9 de diciembre de 2010

Londres día 1: Avión, bicis, paseos y revueltas

Gran día el de hoy, aunque estemos muy cansados, se ha hecho largo. Esta noche con los nervios ya no dormimos mucho y a las siete y cuarto estábamos levantándonos para ir al aereopuerto.
El vuelo resultó bastante plácido, aunque a Bea se le paraba el corazón con cada pequeña turbulencia. Ya conocéis todos su pánico a despegar los pies del suelo, pero la verdad es que el vuelo fue inmejorable. Nada de viento en el despegue a pesar de las previsiones de viento fuerte, prácticamente sin turbulencias, Francia despejada para que admirásemos desde el aire Bretaña y Normandía y un aterrizaje tranquilo y sin viento. Tras recorrer los mil pasillos de la terminal 3 de Heatrow y pagar 18 libras por el Heatrow Express, llegamos a la estación de tren de Paddington. Antes de salir de la estación Bea cogió uno de sus cupones descuento (recomiendo que echeis un ojo antes de venir aquí a páginas como http://www.vouchercodes.co.uk) y nos tomamos unas cookies con un chocolate caliente para coger fuerzas.

Salimos andando hacia la dirección del apartamento. El día era genial. Un sol radiante y no demasiado frío nos habían recibido. La zona ya nos prometía mucho. Tranquila, al lado de Hyde Park y con vecinos con coches de 120.000€. en adelante aparcados enfrente a sus casitas. (esto va para Dani, que estuvimos hablando del tema; el Panamera mola más en blanco xD). Llamamos a la puerta y nos salió una chica de unos treinta y cinco años con una niña pequeña. Era Rachel, la dueña del apartamento. El apartamento resultó ser el sótano (eso sí, con ventanas a la calle, aunque por debajo. Los que hayáis estado en Londres sabéis a que me refiero) bajo su casa. El apartamento era aun mejor que en las fotos. Cómodo, caliente, con todas las comodidades que puedas pensar, a un paso de todo, y por menos de lo que nos costaría en un cuatro estrellas una habitación de 9m2 tenemos un apartamento de 35m2. La verdad es que Rachel es un encanto. Nos ha dejado leche en la nevera, infusiones, dos cafeteras... ¡Genial ! En fin, que no me extiendo más con el tema...

Como hacía un día genial nos fuimos a Hyde Park a pasear. Al llegar dijo Bea: "¿y si cogemos unas bicis?" (Lo dice en casi todas las grandes ciudades de nuestros viajes!).Yo había leído que a partir de primeros de diciembre se podría coger bicicletas sin tarjeta de usuario. Una parada de bicis nada más entrar en Hyde Park hizo el resto. Pagamos dos libras y nos fuimos rodando por el parque hacia Knightsbridge. Una vez allí dijimos: "¿ahora que?" Pues nos metimos en el tráfico londinense y nos pusimos a dar vueltas sin saber hacia donde ir (y a buscar donde dejar las bicicletas). Cruzamos por el sur de Mayfair por Picadilly Street hasta Picadilly Circus. Subimos por Regent Street, volvimos a bajar hacia Picadilly, nos metimos en el Soho y aparcamos las bicicletas. Cuarenta minutos pedaleando que merecieron mucho la pena. Para ser la primera toma de contacto con el tráfico invertido este, no estuvo mal.



Paseamos por el Soho y nos dirigimos a Leicester Square. De allí hacia el Covent Garden (necesitaba unas botas de montaña y es una gran zona para ello). Justo antes acabábamos de coseguir una tarjeta UK para mi móvil. Temblad, ¡ya tengo tarifa de datos! Paramos a comer en un sitio que ya es un clásico en Londres: el Wagamama. Ya oiríais hablar del sitio en nuestro anterior viaje a Londres. Es un sitio especializado en fideos orientales, arroces y tallarines. Es estupendo y por 20 libras comimos los dos hasta reventar. Tras la comida nos pateamos las tiendas de ropa de montaña comprando alguna cosa para el frío que hace.



Las botas tuvieron que esperar a que fuéramos a otra tienda de la cadena Snow & Rock porque no había talla en la de Covent Garden. Tras la compra cerca del metro de Chancery Lane volvimos un rato en bus hasta Oxford Circus. Una caravana muy densa hacía que avanzásemos muy despacio. El porqué de la caravana lo descubrimos después. Estaba el tráfico prácticamente cortado en Oxford Street, hoy hubo revuelta estudiantil por todo Londres. Un conato de bronca delante del Top Shop nos cogió cerca pero nada serio.
 
Eso sí, había algo así como veinte coches de policía y un montón de antidisturbios, que tenían cortadas algunas calles, así que nos fuimos de alli y nos dimos una vuelta por Carnaby Street que estaba preciosa con la iluminación de navidad.



Tras el paseo nos pusimos a buscar donde cenar. Cogi el mapa que había preparado en google maps y acabamos relativamente cerca del apartamento cogiendo unos dim sum para llevar (http://www.pingpongdimsum.com) que comeríamos luego mientras veíamos en BBC news las imágenes de las revueltas. Hoy toca coger fuerzas y mañana ¡a patear!


PD: Las fotos las subo mañana porque, burro de mí, me he olvidado el cable USB. Mañana tocará comprar uno en cualquier sitio.

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